miércoles, 12 de mayo de 2010

TERCERA TEMPORADA ÁSPERA





JUEVES DE ABRIL 9.30 pm









Dijo la crítica:

LAS12 DANZA Como en casa
Un espectáculo de danza que se desarrolla en los ambientes de una casona de La Boca consigue una interesante armonía entre público y bailarinas.
Hay quienes se consideran miembros de una generación transitoria, que no es la de los comprometidos luchadores de los ’70 o la de los leves noventosos. La generación cuya marca de existencia es el tránsito perpetuo, el perpetuo presente; la generación que dejó de concebir el porvenir.
Aspera y sensible, de la compañía No Se Llama, recoge con precisión este paradigma. Los intérpretes nos depositan casi sin darnos cuenta en su liquidez, en su fluencia perpetua.
Por empezar, el emplazamiento de la pieza impone una reubicación forzosa, por un lado, y un recorrido por otro. Un teatro que no es un teatro sino una casa, completamente equipada como casa, que podría servir como casa, pero que no se usa como tal. Y que con una reminiscencia muy explícita a aquella Tamara (Lempicka) de los ’90 en la mansión de San Telmo se lleva puesta a la audiencia de acá para allá recorriéndola. Que además es fascinante y hermosa, llena de rincones viejos, plantas añosas, sabiamente restaurada, recompuesta.
Se abre el juego con la invitación a un vinito, que será repuesto tanto como se quiera. Enseguida, con sonido de fonola, se escuchan estándares de Glenn Miller o Henry Mancini, y en un cuarto muy cercano a la puerta de acceso se enciende la luz y unas mujeres como salidas de las obras completas de Silvina Ocampo comienzan indolentes sus desarrollos en un living; parece que esperan, vaya uno a saber qué. Juegan con una radio y sus sonidos, por turno, cada quien hace su ostinato o su vals. Hermoso homenaje a la querida Pina.
Las intérpretes no tienen ni el gesto ni el cuerpo de las bailarinas. A esta altura de la danza en Buenos Aires, no es suficiente con esquivar el gesto relamido o la destreza formal para esquivar el formato. Hay algo relacionado con la manera de estar, de pararse, de mirar, de no estirar el cuello, de cómo llevar la ropa. Cinco chicas que pueden pasar rápidamente del vestido estampado de fibrana con cuello marinero del comienzo a los jeans y borceguíes del momento en que nos llenan de vértigo sobrevolando un sótano en ruinas y lleno de andamios en el centro de la casa. Y entre cambio de ropa y dinámica sucede el cambio de ámbito: donde se terminó la acción, se apagó la luz y se encendió otro sitio, que puede ser lindero o en la otra punta de la casa. Nunca se sabe qué es primero: la acción o el ámbito. Impresionante. E interesante que dependa de la reacción de la audiencia. Por momentos todos vamos obedientes. Otras veces nadie se mueve y la pieza se detiene.
Un sexto personaje-sujeto, encapuchado y en bermudas, resulta una mezcla de Williams y Severino de El nombre de la rosa. Con claves sonoras varias, como botellas sumergidas en agua y percutidas, inusitadas marimbas de mesa, silla o cemento o cencerros resultantes de aporrear las esculturas de hierro distribuidas negligentemente por la casa, también es orientador de dónde va a continuar la escena.
Una vez más, la casa se impone; parece ser quien desovilla la pieza. No ocurre nada y sucede de todo. No hay episodios que contar, pero uno se va lleno de imágenes. Se pueden narrar muchas secciones, pero es imposible determinar de qué va la pieza. Un excelente ejemplar de la estética líquida contemporánea, como se dijo al principio. Súper recomendable. ¤ Por Pacha Brandolino

"Una puesta que nace de la improvisación en espacios no convencionales y de la ruptura con la pasividad del espectador. Genialidad en acción.La musicalidad de la casa y la del propio cuerpo se entraman con los diferentes lenguajes del movimiento que explora la obra y donde la expresión corporal pisa fuerte. La propuesta creada por el grupo No se llama, se nutre de la relación que los bailarines establecen con la arquitectura de los varios ambientes interiores y exteriores de la casa, en una investigación perceptiva profunda que busca aprehender las texturas, los objetos y la carga simbólica que emana de cada lugar...Vayan y...¡play the game!"Paula Picarel. Revista Bavoice..
"La casa es el primer universo de la cotidianeidad, pero se proyecta como un auténtico “microcosmos”: una unidad de imagen y recuerdo, en la que los espectadores vamos eligiendo por donde ir y que mirar. Los cuerpos moviéndose en las posibilidades múltiples que este espacio alberga, e invitándonos a viajar por los cimientos y secretos de un espacio íntimo y plagado de historias. Muy recomendable. "Mavi Rivera. Reseñas de cine y vida"
http://resenasdecineyvida.blogspot.com/2009/11/aspera-y-sensible.html


“Este abanico reunió situaciones y alusiones con distintos envíos y referencias. Danza callejera con la utilización de paredes, prostitutas amables recibiendo a los que llegaban, obreras en actitudes hieráticas, equilibristas en ámbitos inesperados y otros vestigios de personajes, sin clausuras temáticas ni narrativas, junto con momentos más puramente kinéticos, se entrelazaban con la música (Daniel Figueroa), un actuante más, con cruces grabados y en vivo. También lo lumínico, generado con dispositivos simples (linternas, faroles, veladores), como algunos cambios de imagen y vestuario, hicieron de la creación del Grupo No Se Llama un diálogo abierto con el público.Entre las asperezas de un relato hecho de fragmentos y adaptaciones a las circunstancias, la sensibilidad con la que se vertieron y fueron recibidos los momentos y las posibilidades a que daban lugar, es lo que dejó Áspera y Sensible como tejido interpretativo de performers y público.”
De los posibles tratos. Por Román Ghilotti Revista Balletin Dance


“La casa es maravillosa, se esas con recovecos inauditos y jardines. Y las coreógrafas logran allí que su obra sea una de las mas inquietantes de las que me haya tocado vivir en la vida. Con música de Daniel Figueroa, luces de Eduardo Spindola, y asistidas por Ramiro Bailiarini, increíbles y airosas vuelan estas ninfas suburbanas.”
Revista RSVP

"Ellas se moverán, caminarán, bailarán, saltarán y hasta reptarán al compás de cada son, a veces con impensadas coreografías, a veces con el solo movimiento de sus gestos o miradas esquivas. La casa mostrará hasta los cimientos, en donde se sumergirán quizás en busca de sus orígenes. El único hombre del elenco incorporará su imaginativa e infinita percusión, armónica o disonante, a los ritmos reinantes. Hasta sus pies se humedecerán en un estanque en donde jugará con sonidos de botellas, a las que llenará de agua, vaciará parcial o totalmente, y volverá a blandir un elemento que, golpeando el vidrio, producirá inverosímiles notas. La creativa iluminación, que utiliza desde lámparas convencionales hasta rojas balizas de emergencia, jamás mostrará todo. Esa es la gracia. Será casi en el momento final donde la blanca luz aparezca en la última de las salas, pues al compás de movimientos de pies y chasquidos de dedos, hasta algunos espectadores acompañarán la inusitada propuesta, poniendo de si la energía para terminar de conformar la mágica unión entre seres que, con el arte de la danza como bandera, brindan una muy llamativa puesta en escena que vale la pena experimentar.”
Aspera y Sensible, inusitada representación. Por Martin Wullich
http://www.news.martinwullich.com/vernota.php?id=704&highlight=asperaysensible

Coreógrafas/interpretes
Ximena Ayerbe
Mariana Carli
Guadalupe Seregni
Luciana Seregni
Luciana Spadafora

Música en vivo y diseño sonoro / Daniel Figueroa
Diseño de iluminación / Eduardo Spindola
Fotografía / Florencia Bié
Asistencia general / Anita Ardohain
Producción y diseño de vestuario / Nsll
Prensa / Simkin y Franco
Dirección general / Nsll


Esta obra cuenta con el apoyo de PRODANZA
y con el auspicio del Departamento de Artes del Movimiento IUNA




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